Hace poco empezó la cuarta temporada de Glee. Vamos a hacer memoria. Glee es una serie cuyo trailer me sorprendió y que captó mi atención al instante. En este punto comentaré que me encantan los musicales y que no me molesta que cuando ensayan las coreografías luego la actuación salga regular y que cuando de repente alguien canta sin más una canción todo el mundo se sepa perfectamente los pasos de baile ;)
La primera temporada fue muy entretenida, los personajes eran divertidos, era algo nuevo... Me dejó con ganas de más y con un montón de versiones de canciones conocidas para el iPod. La segunda temporada tuvo muchos altibajos, pero nos descubrió a los Warblers, y entre ellos, mi cantante favorito de la serie: Blaine. Las canciones de esta segunda temporada, el personaje de Blaine y la trama de los Warblers hicieron que mereciese la pena.
La tercera temporada la vi con bastante apatía, se salvó algún capítulo, pero la mayoría fueron bastante malos; los personajes interpretados por los concursantes ganadores de The Glee Project no encajaban, ni siquiera parecían tener una personalidad definida; las mayoría de las tramas no me interesaban, etc. Conclusión, seguí viendo la serie por ver lo que pasaba y por los números musicales. Eso siempre merece la pena, para mí. Pero cuando terminó, mi impresión es que la serie necesitaba ser renovada. No renovada de más capítulos (que también, why not?), me refiero a que necesitaba sangre fresca. Nuevas caras, nuevas voces, nuevas historias... Sin embargo la mayoría de actores siguieron adelante. En aquel momento yo habría visto bien que eliminasen a todos los personajes y empezasen con un Glee Club totalmente nuevo, mostrando en todo caso algo de las vidas de algunos de los personajes más importantes. Sin embargo... he cambiado de idea.
En esta cuarta temporada me sobra casi todo, pero lo más importante, me sobra el Glee Club. Se habló hace tiempo de un spin off con Rachel y Kurt. Ahora pienso que ojalá lo hubieran hecho. No me interesa en absoluto lo que pase en el instituto. Cuando veo los capítulos lo único que quiero es ver qué pasa en Nueva York. Qué tal le van las clases a Rachel, cómo es el día a día en NYADA, Kurt y su nuevo trabajo en VOGUE, etc. Y eso sin contar con las imágenes de las calles mi ciudad favorita.
Si las tramas del McKinley High aún le interesan a alguien, por mí que hagan lo del spin-off, aunque sean dos series de 20 minutos. Quiero que Blaine termine el instituto y se vaya a Nueva York. Quiero ver a un grupo de jóvenes intentando salir adelante y cumplir sus sueños. No quiero que el tiempo se congele en Lima.
Seguiré viendo la serie de todas formas, la música siempre me gana, pero...
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